Definir una personalidad de marca, significa dotar todos los elementos que identifican a esa empresa de características y rasgos humanos, que vinculen su propuesta de valor con emociones y valores que representen a su público.
Este es un concepto que lleva muchos años aplicándose en el mundo del marketing, lo que se busca es que un negocio pueda generar una conexión humana con sus clientes y diferenciarse de la competencia.
Partiendo de esta base se construye los elementos que van a comunicar esa personalidad de marca en el mundo real, tales como la identidad verbal y la identidad visual.
Este es un proceso complejo, que al trabajarse de la forma correcta puede aportar grandes beneficios a tu marca, te recomiendo que te quedes hasta el final para contarte todo sobre este tema.
¿Por qué es Importante definir una personalidad de marca?
Tal y como en el mundo real una persona que no tenga una personalidad definida tiende a pasar desapercibida y en el peor de los casos suele despertar desconfianza.
A nuestro cerebro humano le encanta la consistencia e inconscientemente busca ciertos patrones que le ayuden a entender a una persona para saber si podemos confiar o no, esto es un proceso automático.
Y lo mismo sucede con una marca, nos genera confianza cuando podemos notar claramente la personalidad de dicho negocio, este es solo un punto, pero son muchos los beneficios, tales como:
- Diferenciarte de tu competencia.
- Conectar emocionalmente con tus prospectos y clientes.
- Que tu negocio se posicione en su sector.
- Apoyarte de los principios de tu marca para desarrollar estrategias de marketing coherentes.
- Dirigir correctamente la comunicación de tu negocio en cualquier canal
Cómo definir la personalidad de la marca
Lo primero a considerar es a nuestro público objetivo, ya que de este dependerá la personalidad que definamos.
Aunque la personalidad que definas no será la misma que la de tu audiencia, ambas partes deben empatizar, por lo cual deben compartir valores y rasgos de personalidad.
Luego de tener claro a quien le hablas como negocio, puedes concentrarte en conocer al negocio internamente.
Conocer el negocio
Las historias son parte de nuestra naturaleza humana, lo mejor es que organices todo el proceso por el cual ha pasado tu negocio, en una historia.
Es la mejor forma que tienes de comunicar ¿Qué es tu negocio? Y ¿Quiénes están detrás?
Puedes trabajarla, con las siguientes preguntas como base:
- ¿Cuándo inicio tu negocio?
- ¿Qué personas participaron en la creación?
- ¿Qué te motivo a comenzarlo?
- ¿Cómo ha evolucionado en el tiempo?
Aunque creas que no es importante, lo es y a medida que avances se convertirá en un diferenciador para tu marca.
Los valores del negocio
Los valores funcionan como un faro para guiar el comportamiento de la empresa en general, además tu cliente al darse cuenta de que comparten valores va a conectar emocionalmente con tu marca.
Hay que hacer un profundo trabajo de introspección si es posible con todo tu equipo de trabajo, puedes usar las siguientes preguntas como base:
- ¿Qué representa tu negocio?
- ¿Qué valoran las personas que están detrás?
- ¿En qué creen como empresa?
- ¿Qué defienden día a día?
Al haber definido los valores del negocio, deja por escrito cómo quieres que cada valor te represente.
Por ejemplo, si entre tus valores está “La pasión” debes especificar en qué parte mostrarás esa pasión ¿Al comunicar? ¿Al desarrollar el producto? ¿Al atender a los clientes?
Además, debes tomar en consideración al sector que te diriges no será igual la pasión de una marca de chocolates, a una marca cuidado para bebes.
Aunque el significado de la palabra sea el mismo la aplicación varía según el caso, dejar por escrito estos 2 puntos, será importante para la comunicación interna y externa, trata de ser muy claro.
Tu misión, tu visión y tu propuesta de valor
Este punto suele estar un poco abandonado, pero hoy más que nunca es fundamental para trabajar la comunicación de tu negocio.
No puedes pasarlo por alto, porque estamos hablando de desarrollar una personalidad de marca coherente, es necesario que todas las partes estén conectadas y tengan sentido entre sí.
Debes evaluar 3 puntos:
1) ¿Cuál es tu propósito?
2) ¿Hacia dónde quieres llegar?
3) ¿Qué vas a entregar para llegar allí?
Al responder estas preguntas toma en consideración los valores que escogiste en el paso anterior.
Tu misión: esta representará tu propósito, ¿por qué existes como compañía? ¿Por qué debería importarle a alguien tu negocio?
Tu visión: será una mirada a largo plazo de cómo tu negocio va a mejorar la vida de las personas, esto te dará un mapa de hacia donde apuntar.
Tu propuesta de valor: es una promesa de marca. ¿Qué vas a darle a tu público?
Ya que has profundizado en tus raíces, es tiempo de darle forma a tu esencia con los siguientes elementos.
Humanizar tu negocio
Ahora que tienes más claridad sobre tu negocio vamos a pasar a realizar un ejercicio, consiste en imaginar cómo sería tu negocio si fuese una persona, respondiendo las siguientes preguntas y tomando en cuenta los pasos anteriores:
- ¿Es hombre o mujer?
- ¿Qué edad tiene?
- ¿Cómo se viste?
- ¿Cuál es su nivel económico?
- ¿Con quién se relaciona?
- ¿Cuál es su forma de actuar y de hablar?
- ¿Qué hobbies tiene?
- ¿Cuáles son sus motivaciones y sus miedos?
Detrás de todo el proceso de crear una personalidad para tu negocio, lo único que buscamos es que puedas conectar con tu público objetivo y la realidad es que, como personas, no conectamos con empresas, sino con otras personas.
Justo este ejercicio, te permitirá visualizar como sería tu negocio con atributos humanos.
Puedes imaginar cuantas versiones necesites hasta que tengas la ideal, es un proceso dinámico, lo importante es que tengas una imagen clara de cómo se ve tu negocio.
Arquetipo de marca
Aunque este no es el único método que se utiliza para dotar a un negocio de atributos, es el que nosotros preferimos, por eso es el que te contamos.
Este último paso consiste en escoger un arquetipo de marca ¿Qué son? Por si solos son un súper tema, te contamos más sobre ellos en este artículo.
Pero, en resumidas cuentas, los arquetipos nacen del estudio del Psicólogo suizo Carl Jung el cual muestra que existen ideas y patrones de conducta que son universales.
Y están preconcebidos en toda la humanidad de forma inconsciente, sin importar el tiempo o el espacio, es lo que Jung llama el “inconsciente colectivo”.
Carl agrupo estos patrones en 12 arquetipos que representan las motivaciones básicas del ser humano: valores, premisas, rasgos de personalidad y creencias generales.
Son los siguientes:
Arquetipos vinculados a la independencia y realización: El Sabio, el Inocente, el Explorador
Arquetipos vinculados a la estabilidad y el control: El Protector, el Creador, el Líder o gobernador
Arquetipos vinculados a la comunicación y diversión: El Hombre Corriente, el Bufón, el Amante
Arquetipos vinculados al riesgo y la excelencia: El Héroe, el Rebelde o Forajido, el Mago
Gracias a los pasos previos vas a tener una visión clara sobre cómo puede encajar tu negocio en uno de estos arquetipos.
Recomendaciones finales
Este no es un proceso sencillo, lo ideal es que te apoyes de profesionales en el área para que te guíen, aun delegando esta tarea, debes ser parte activa de todo el proceso.
Porque tú conoces más que nadie tu negocio, de hecho, si puedes incluir a todo tu equipo en esta actividad es mucho mejor.
Si ya cuentas con una personalidad para tu marca, es bueno siempre estar revisando el documento base, para asegurar que se esté cumpliendo con los lineamientos de la marca, como te dije al principio a nuestro cerebro le encanta la consistencia.
Y eso solamente lo permite seguir esos lineamientos que se definieron para tu marca, no los descuides.
No estás solo en este proceso, si quieres trabajar esta herramienta de comunicación para tu negocio, podemos guiarte, para que junto a nosotros desarrollemos la personalidad para tu marca, conoce más sobre este servicio, AQUÍ.
Hemos llegado al final, ¿Qué te ha parecido? Nos encantaría que nos cuentes en los comentarios como ha sido este proceso para ti, si ya lo desarrollaste o aún no.